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ideal.es
30-06-13
En Centro
Micológico de Caniles fue el lugar elegido por el Grupo de Desarrollo Rural
para celebrar una jornada informativa y formativa sobre truficultura. Un
cultivo que está siendo un motor económico en otras zonas de la geografía
española.
Hace unos años se realizo en el proyecto Micología, Conservación y Desarrollo
(MICODES) que surgió dentro de la orden de cooperación de la Red Rural Nacional,
a través del cual se realizaron distintas actuaciones de sensibilización en
torno a las setas y trufas y a su desarrollo socioeconómico, dentro de lo que
marca la sostenibilidad real.
Finalizado el proyecto, el Grupo de Desarrollo Rural Altiplano de Granada
decidió continuar a nivel comarcal con las actuaciones, para lo que se obtuvo
la financiación de la UE - FEADER y de la Junta de Andalucía a través del
programa de desarrollo rural LiderA.
Setenta personas interesadas en el mundo de la trufa, desde aficionados a
personas interesadas en su cultivo asistieron a la cita. El programa incluía
una visita a una parcela demostrativa implantada por Viveros Zuaime con la
financiación y el asesoramiento que supuso la cooperación nacional de MICODES.
Se trata de una finca de dos mil metros cuadrados, plantada con encinas y
jarillas micorizadas, que en su tercer año ya está empezando a dar sus primeras
“criaillas”, ya que las trufas negras requieren más tiempo.
La presentación de las jornadas fue realizada por Mª Pilar Vázquez, alcaldesa
de Caniles, y Mariano García en su condición de presidente del Grupo de
Desarrollo Rural. García destacó que desde el GDR se está realizando un
programa formativo sobre las posibilidades que ofrece el sector primario en las
comarcas de Baza y Huéscar, con el objetivo de tratar de orientar a los
desempleados de nuestros pueblos en la búsqueda de autoempleo, además del gran
interés de este tipo de acciones para transferir conocimientos hacia los
productores del territorio, para que puedan llevar a cabo proyectos innovadores
en la valorización de los recursos locales y así generar riqueza y empleo.
Una vez más se recurrió a un experto internacional en truficultura como es
Mario Honrubia quien por una parte realizo una introducción, en la materia y
hablo del cultivo y mercados, para posteriormente dirigir la visita a la
plantación piloto de Viveros Zuaime.
Según todos los expertos, el potencial de determinadas zonas de las comarcas de
Baza y Huéscar para el cultivo de trufas, es muy importante. Las condiciones de
suelo, insolación, precipitaciones, son idóneas para el cultivo de trufas, a
semejanza de otras zonas donde ya existe una importante producción de trufas.
Las trufas son el fruto de un hongo subterráneo que se desarrolla en asociación
con las raíces de ciertos árboles o arbustos – especies truferas – como la
encina, la coscoja o las jarillas, y destacan por su aroma y sabor. De la
treintena de variedades comestibles, en las comarcas del norte de Granada se
dan por ejemplo la trufa negra o Tuber melanosporum, muy cotizada en el
mercado; la trufa de verano o Tuber aestivum, y las turmas o criaillas, del
género Terfezia, que son bastante abundantes y muy buscadas por los
aficionados.